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Quiero llorar.
Necesito llorar, pero no quiero.

Como hace algunas horas me estaba tratando de convencer que ahora sería yo quien decidiría por mi misma y decidiría por mi, me doy cuenta que las decisiones no son las que deciden a la larga.

Algo tendré de débil, algún defecto que no puedo distinguir si alguien mas no me lo dice, quiero llorar y no quiero. No puedo, vivo en una realidad que yo misma he creado, pero siempre creí que lo que creía se hacia realidad con la acción y el pensamiento, ahora temo que mi mas grande sueño no suceda porque no conozco la formula.

Creo que me estaba desviando de lo mío, estaba dejando la música y me disculpo por eso. Me disculpo con el ser al que le prometí que esta vida seria para ella porque creo que es en ella en lo único que puedo lograr cosas. Como que si el mundo me diera la espalda cuando no obedezco mi promesa.

Aun así, no creo que debería tomar este camino, no creo que debería aferrarme a esta actitud de derrota, porque he ganado demasiado. He conocido a un hombre que se asombra por mi fortaleza y que me acompaña con cada una de mis preocupaciones y visiones, desde hace poco tiempo pero cree en mí.

He dejado ver a otras personas que tengo pasión por la vida y es por eso que lo siento ahorita, es por eso que me doy cuenta de lo que esta pasando. Pero debe de haber algo, algún obstáculo de mi destino que me esta tratando de redirigir a donde tengo que estar. Lo siento y lo siento en el corazón porque creí que podía ser una mujer fuerte.

De nuevo, Nemo:

Dime porfavor, en dos palabras ó si quieres en mil, pero dime de una vez. ¿Qué fue lo que te llevaste? No es que este buscando algo porque no recuerdo muy bien como fue todo. Pero últimamente recuerdo que la última vez que lo tuve fue contigo.

Ya se fue, ya no lo tengo. ¿Qué paso? ¿Cómo fue que te lo llevaste? No recuerdo que me haya hecho falta contigo, es decir lo tuve todo el tiempo. Estuve cuerda, sin miedo a que te me llevaran de las manos, pero ahora no lo tengo.

Tu ya te fuiste, ese no es el problema, pero contigo no temí en ningún momento lo que otra persona pudiera hacer. ¿Qué me hiciste? ¿Por qué? Hoy día me revuelco en mi impaciencia por tí, porque te llevaste esa tranquilidad y esa ingenuidad que no me dejaba sentir celos ni mucho menos miedo.

Marisa:

Ustéd sabe que la quiero; que aunque le falté el respeto un par de veces la quiero y que si lo hice, fue porque ustéd no era especialmente ejemplar conmigo. Seamos sinceras, pero ustéd fue la que me descubrió, la que se dio cuenta que yo podía entonar una nota y que además de todo me gustaba.

Ustéd, fue la que me abrió los ojos y me dejo ver que tenía que hacer algo, que no podía seguir en ese círculo de cigarrillo trás cigarrillos, trago trás trago con el simple propósito de no buscarle propósito a las cosas. Ustéd no me tiro al agua porque no se le dio la gana, pero me mostro que la cosa no es fácil.

Me bajo los ánimos, pero creo que sabía perfectamente lo que hacía, porque mientras más me decía las cosas más contrariamente actuaba yo. Nunca pude escuchar sus comentarios sin juzgarlos, descuartizarlos y obsesionarme con ellos.

Probablemente ustéd no se recuerde. Durante esos días en que me estaba ayudando a estudiar y nos regañabamos mutuamente, yo le conté de un músico y ustéd no hizo más que advertirme que los hombres no saben ser buenos hombres cuando toman ese camino, pero hoy estoy ante uno. Como siempre tomaré ese riesgo que ustéd quiere que yo ni mire, le mostraré que hasta un músico puede enamorarse pérdidamente de su niña favorita.

Gracias por llevarle la contraria a todas las cosas que quiero y a la vez ser la misma energia, porque es por ustéd que hoy canto.

No quiero escribir tu nombre:

No quiero que le hables más.

Quiero estar segura que estas aqui y que estarás conmigo. Quiero poder dejar las dudas, saber que todo lo que me dices, que todos los momentos que me haces bajar la mirada no son en vano.

Te quiero conmigo, y no la quiero a ella. Quiero todas las propuestas que me haces, todas las cosas que me haz dicho, porque son sencillas y honestas. Quiero poder decir que te oí, que te ví y luego que cantamos juntos, pero no quiero nada de ella.

Sólo te pido que hagas esto, pero que no sepas que te lo pido. No quiero que pienses que son celos, pero es que mientras espero no quiero pensar que talvéz esto no sea así.

Te quiero a tí.

...:

Me siento un poco impotente, debería estar contigo y no tomarlo tan a la ligera. Perdóname.
Ayer te dí ordenes, te hable de todo como si fuera fácil ser mujer, como si hubiera un procedimiento ideal y predeterminado para sentir y no es cierto. Y si lo hay, yo muchas veces lo he ignorado.
Aún no entiendo lo que tu vives, no se si algun día lo podré entender, pero siempre estaré interesada en saber. ¿Saber qué? No sé, talvéz lo que sientes, porque también soy mujer y te quiero.
He sentido vacíos, vacíos que tu y yo hemos compartido; he temido y bastante. Temido por mi egoismo, por lo que creo que soy ó he llegado a ser, pero esa no eres tu ahora.
No he tenido una desilusión por algo tan intangiblemente tangible, no he querido de tal manera, pero te entiendo. Quisiera poder estar en tus zapatos para decir las palabras justas, pero es díficil, he evadido la situación de las maneras más irresponsablemente maduras.
Soy mujer, pero no sé sentir tu tristeza, en cambio puedo abrazar tu llanto. Sólo piensa que estoy ahi.
Te quiero

Dear Bryan:

You really make me happy; and guess what? My favorite day of the week is now Tuesday. I am always on time so I can see you, just to say hi and maybe later have a little chat, and remember that there's good people in this world.

Bryan, I am so happy now, to know your name and even happier now that you know mine. You make my week, you make me smile, you make me feel that I'm really not alone. I have you Bryan, I have you every Tuesday at 8:30 and every once in a while on Friday nights.

You remember my face and you take care of me. I don't walk home alone anymore, I walk with the thought of you and a smile because you like my Spanish.